Ideas para encontrar el sofá perfecto

Comprar un sofá es una gran decisión, ya que en la mayor parte de los casos, es algo que usaremos durante mucho tiempo. El sofá perfecto es mucho más que un simple sofá. Para evitar arrepentimientos, aquí encontrarás un par de consejos que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu sofá nuevo.

Tamaño

El sofá es el punto central del salón, por lo que debe adecuarse al tamaño del mismo. Dependiendo de cuánto espacio dispongas, podrás colocar un sofá u otro. En los pisos pequeños se recomiendan los sofás de dos plazas y en los pisos más grandes, sofás esquineros o dos sillones individuales colocados uno frente al otro.

Lo mejor es decidir dónde vamos a colocar nuestro sofá nuevo antes de comprarlo. Mide el espacio que tienes disponible (sin olvidar el espacio restante detrás y a los lados del sofá). Si se trata de un sofá con respaldo/reposabrazos reclinables, debes prestar especial atención a este punto. Ten cuidado, porque la impresión que causan los sofás en las tiendas de muebles es de ser siempre mucho más pequeños de lo que realmente son.

Función

¿Cuál es la función principal de tu nuevo sofá? Tienes que responderte esta pregunta antes de ir a comprarlo. Si, por ejemplo, tienes niños y quieres un sofá para toda la familia, o si por el contrario quieres montar un pequeño lounge en tu salón y buscas algo con más personalidad. En el primer caso, será mejor que compres el sofá más grande que puedas colocar en tu salón y en el segundo caso, es más recomendable utilizar dos sofás o sillones, uno frente al otro. La cuestión es: ¿para qué voy a usar mi sofá?

Forma

En la cuestión de la forma, existen dos criterios primordiales: la cuestión espacial y el gusto personal de cada uno. No te compres un sofá gigantesco si tienes un salón en el que no quedará espacio suficiente para moverse. Tampoco tiene sentido comprar un sofá que queda perfecto con el estilo o la distribución del salón, pero que no te convence del todo.

Material, resistencia y color

Por otra parte, también hay que tener en cuenta otros dos factores: tus preferencias personales y tus exigencias con respecto a los asientos. El color y el material deben ajustarse a tus necesidades. Se tiene, básicamente, la opción de escoger entre materiales sintéticos y naturales. Estas diferencias se reflejan, naturalmente, en el precio y en la durabilidad del sofá.

Los sofás con cojines blancos son deslumbrantes al principio, pero enseguida se ensucian, por lo que tal vez no sea la mejor opción si tenemos niños. La piel, por ejemplo, es mucho más fácil de cuidar, pero demasiado tentadora para afilarse las uñas si tenemos mascotas en casa.

Es mucho más recomendable escoger un sofá de colores neutrales. Cuanto más pequeño es el sofá, más llamativo puede ser el color del mismo, siendo así el centro de todas las miradas. Con unos cojines decorativos también se puede marcar la diferencia, teniendo también la posibilidad de cambiar los colores si ya no nos gustan.

Pruebe el sofá antes de comprarlo. Normalmente, el grado de rigidez va variando con el tiempo. ¿Qué hay peor que intentar disfrutar de una película tumbado sobre una tabla dura como una piedra?

Estilo

Aquí hay que tener en cuenta la importancia de crear un ambiente agradable en nuestro salón. Si no prestamos atención a este punto, conseguiremos que el centro de la estancia se vea como un elemento extraño y desentone con el resto de la habitación. La piel concede a los salones un toque rústico, los sofás grandes con estilo barroco dan un aire más imperial... Puedes escoger entre muchísimos estilos diferentes, pero intenta siempre que queden bien con el estilo de tu salón.

Comodidad

En el momento de la búsqueda de sofá, piensa también en la altura para sentarse y en la profundidad de los asientos. Cuanto más profundidad tenga, más fácil será reclinarse y más difícil levantarse. Es, por tanto, importante decidir si queremos un sofá sólo para estar sentados o si vamos a utilizarlo más estando reclinados.

Calidad

Junto con el resto de criterios ya mencionados, el origen del sofá juega también un papel importante. Los modelos más baratos proceden del sudeste asiático. En las fábricas de esta zona, no sólo se suelen producir estos productos en condiciones que van en contra de los derechos humanos, sino que también la calidad de los muebles es bastante escasa. Esto provocará que nuestro mueble dure muy poco tiempo e incluso que haya sido fabricado con productos perjudiciales para la salud. Presta atención a los estándares de producción. Tal vez tardes más tiempo, pero merecerá la pena saber que has escogido el sofá perfecto.

Cuidado

Llevar a cabo un cuidado apropiado depende de cada material. Las fibras sintéticas y el cuero liso suelen durar más tiempo y son más fáciles de cuidar. Las pieles de imitación son más complicadas y delicadas, pero lucen mucho mejor. En los sofás de tela se pueden sacar las fundas y lavarlas en la lavadora, lo cual es una ventaja que tampoco debe pasar desapercibida.